Muchos creen que el amor, no es más que esa atracción física entre hombres y mujeres, esas personas, no saben que viven en la absoluta ignorancia.
Querer a alguien, no es esa revolución de hormonas, que te incita al roce físico, el amor empieza mucho antes de un labios contra labios.
Todo empieza, por lo menos para mí, en una sonrisa, en esa sensación de sumo placer cuando haces una payasada, y ella te devuelve una sonrisa, incluso una pequeña carcajada.
O mirarla a los ojos, ver tu reflejo en su mirada, perderte en ella o ver como esos ojos tan dulces te hacen sonreír con tan solo mirarte.
Ser capaz de hacer feliz a esa persona, por muchos kilómetros que te separen de ella, ser capaz de sacarle una sonrisa con tan solo unas palabras, conseguir que una distancia se vuelva nula.
Con esto todo, no quiero decir, que un abrazo, un beso, una caricia, no sean amor, es algo diferente, son muestras de cariño.

El amor está dentro de nosotros, y la única manera de verlo, es haciéndo sonreír a esa persona que tanto queremos